Una conversación de 10 minutos contiene una media de tres mentiras, según se puede leer en la edición digital de ‘Muy interesante', sin incluir, omisiones posibles, exageraciones...
También es posible detectar al mentiroso por su velocidad a la hora de responder a preguntas. Los más lentos suelen ser los más propensos a mentir.
Esto se debe a que mentir supone una actividad cognitiva más compleja que la de decir la verdad, según palabras de Aiden Gregg, psicólogo de la Universidad de Southampton y creador de TARA (siglas de Timed Antagonistic Response Alethiometer), que plantea a los sujetos una serie de cuestiones en la pantalla de un ordenador y analiza la velocidad de respuesta con un complejo algoritmo.
El propio Gregg también asegura que algunos métodos para ‘cazar' a mentirosos se han quedado desfasados. "Ya saben que mirar a otro lado o tocarse la nariz les puede delatar, por lo que lo evitan". También cree que los polígrafos fallan muchas veces y acusan de mentirosos a personas que, probablemente, estén diciendo la verdad.